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Patrimonio
| Premio salvará de las "ruinas" a escuela rural en Cartago |
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• Edificio patrimonial se ubica en Tobosi
FUENTE: La Nación. Aldea Global, p. 17 A En sus aulas y pasillos han aprendido, jugado y gritado decenas de niños de la comunidad de Tobosi de El Guarco, en Cartago. Con más de 70 años desde su construcción, la Escuela Juan Ramírez sufre un avanzado deterioro que amenaza con destruir uno de los símbolos más entrañables de dicho poblado cartaginés. El proyecto para restaurar este edificio se convirtió ayer en el ganador del certamen “Salvemos nuestro patrimonio histórico arquitectónico”, que organiza el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura desde 1997. Actualmente, el edificio se utiliza solo como bodega, debido a que sus pésimas condiciones representan un peligro para los estudiantes y el personal docente.
Los niños reciben clases en un edificio nuevo que fue construido para tal propósito. El premio consiste en ¢100 millones para desarrollar las obras de restauración y ¢10 millones para el profesional responsable del proyecto, en este caso, las arquitectas cartaginesas Mónica Gómez y Disnery Mena. Su propuesta fue seleccionada por el jurado entre los 11 proyectos que concursaron en la 15.ª edición de este concurso anual. “La edificación es un testimonio material de una importante etapa en el desarrollo institucional del país, cuando se evidencia la preocupación de los gobernantes por dotar a las comunidades de edificios de una alta calidad y confort”, justificaron los miembros del jurado en el acta. Los jueces consideraron, además, que el edificio de la Escuela Juan Ramírez “es un referente cotidiano en la memoria colectiva de los habitantes de la población”.
Rescate patrimonial. Con su proyecto, las arquitectas buscan recuperar el uso original del inmueble. “El edificio de la escuela es muy importante para la comunidad, pero nunca se ha sometido a un proceso de restauración. El paso de los años y los enemigos naturales como la humedad y el comején han dañado seriamente la estructura de madera”, declaró Gómez. Según informó el arquitecto Adrián Vindas, director interino del Centro de Patrimonio, la edificación fue construida durante la administración del presidente León Cortés Castro (1936-1940) y su estilo arquitectónico es de influencia victoriana. El documento del proyecto establece que ese diseño es típico de las escuelas rurales de la época y se caracteriza por “estructuras de madera, paredes externas en metal, extensos aleros, cubiertas pronunciadas, alturas superiores a los tres metros y ventanales pronunciados con tapetillos para generar ventilación cruzada”. La propuesta de Gómez y Mena comprende tres etapas: arquitectónicas, eléctrica y mecánica.
“El trabajo más urgente es la sustitución completa de la cubierta del techo, porque su grado de deterioro es tan grave que el agua de lluvia se filtra fácilmente y eso ha dañado el resto de las estructuras”, detalló Mena. Otros componentes que deben restaurarse son: el cielorraso original, las paredes internas de madera y los forros metálicos externos, así como los pisos, puertas y ventanas con marcos de madera. La segunda etapa se ocupará de la rehabilitación de las instalaciones eléctricas, telefónicas y un sistemas de datos. “En varias zonas del edificio hay gran cantidad de cables eléctricos que están expuestos y se corre un gran peligro de incendio”, advirtió Gómez. La arquitecta explicó que durante la tercera fase se realizará la canalización de aguas pluviales, para evitar problemas de humedad, y la construcción de cajas de registro. *
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